SLMDV – Capítulo 22

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 Capítulo 22

Monstruo (I)

—Traje la ratonera.

Lila agitó un sobre negro al apuesto hombre sentado en la habitación después de abrir levemente la puerta.

—Ah, has venido.
—Sí, llegué un poco antes de lo que dije, ya que las cosas habían progresado más rápido de lo que esperaba.

Lacias estaba de buen humor desde que su criado le dijo que esperara la visita de Lila. Era raro que mantuviera una sonrisa en su rostro, pero era aún más raro que se riera en su habitación. No podía esperar hasta que Lila entrara y lo divirtiera con sus excitantes payasadas. Y ahora, ella finalmente estaba aquí.

Lila entró y le entregó algunas noticias mientras caminaba hacia su escritorio. 

—No he visto al espía desde que llegué a la finca, ¿es posible que sepa que estamos detrás de él?

Como Lila había venido como socia y no como visitante, pasó por delante de su escritorio en lugar de sentarse frente a él y se paró de cara a él.

—No sé si el espía tiene un ingenio rápido o un buen instinto. Pero todo lo que hice fue morderles la cola.

NT: Que está bajo su pista pero no lo ha atrapado aún.

Lila sonrió con confianza y le entregó a Lacias un documento que contenía los movimientos y el comportamiento del espía en detalle.

—Pensé que teníamos que actuar rápido, ya que hasta ahora les seguimos la pista. Es por eso que estoy aquí antes de lo que debería.
—Hagámoslo juntos.
—¿No estás ocupado ahora?
—No, estoy libre. 

Era una mentira obvia. Las montañas de papeleo en su escritorio de oficina presentaban la evidencia.

—Bien, si quieres hacerlo.




—El espía fue visto por última vez en el Casino Ahibalt, que es administrado directamente por funcionarios del Imperio. El casino siempre estaba lleno de jugadores que sueñan con una fortuna instantánea. Sin embargo, solo unos pocos salen con sus sueños cumplidos.

Lacias miró a su alrededor mientras el casino florecía con negocios. 

—Dado que los espías no suelen apostar tanto, supongo que tiene un cliente que ver en el casino.
—Eso es definitivamente posible. Sería más difícil localizar al espía porque, si ese fuera el caso, probablemente estaría escondido en una sala de recepción protegida y administrada de forma privada y no a la intemperie.

«Menos mal que elegí ir con Lacias.»

Ciertamente, no habría sido fácil para ella llegar a las salas VIP privadas si estuviera sola. Pero con el Duque seguro que sería pan comido.

—Su Excelencia, tenemos que subir.
—¿Arriba?
—Sí, a la sala de recepción.
—Ah.

Lacias sonrió y asintió. Pareció comprender lo que Lila tenía en mente. Justo cuando comenzaban a dirigirse hacia la dirección de las escaleras, alguien vino corriendo hacia ellos.

—¡Su-Su Gracia!

Un anciano que se parecía al gerente del casino se detuvo e hizo una reverencia frente a ellos. Estaba jadeando y tenía una expresión de ojos muy abiertos en su rostro. Parecía incapaz de creer que Lacias fuera a visitar el casino.

Mezclado con el jadeo y la sorpresa, un tono nervioso escapó de su garganta. 

—Nosotros lo-lo hubiéramos escoltado si nos hubiera dado un aviso previo.
—Nos decepcionó que no haya respondido a nuestras invitaciones en persona.
—Desafortunadamente, no he venido aquí para divertirme.

El gerente miró avergonzado por las concisas palabras de Lacias y bajó la voz como reacción. 

—¿Sí? Entonces, ¿cuál es el propósito de su llegada? —continuó asumiendo inmediatamente lo peor. —¿Alguien ha venido a esconderse en nuestro casino después de recibir dinero?
—Es algo así.

A pesar de su apariencia, el gerente tenía un gran ingenio, como deberían tener todos los gerentes de casinos. Se armó de valor y estuvo a la altura de la ocasión.

—Está bien, le ayudaré.
—¿Cómo puede 'usted' ayudarme? 

El Duque sonó muy condescendiente, pero esto no fue suficiente para romper el espíritu actual del gerente.

—Hay un pasadizo que Su Excelencia puede usar, para que pueda pasar desapercibido.

Lacias quedó impresionado por su determinación y utilidad.

—Esa es realmente una buena idea.

La cara de Lila se iluminó con la sugerencia del gerente, ya que el rostro de Lacias era demasiado llamativo para caminar entre el público. Sin mencionar que habrían surgido rumores si los hubieran visto juntos. Eso es, si aún no han surgido. No obstante, un pasillo oculto realmente habría sido útil.

—¿Qu-quién es ella? —el gerente habló con clara sorpresa cuando finalmente notó a la mujer parada detrás de él.

Lacias sonrió al responder—: Mi esposa.

La boca del gerente se abrió de par en par con asombro. 
—¡¿Qué?!




—Nunca pensé que alguna vez iría por un pasadizo como este. 

Lila ni siquiera habría sabido que existía el pasadizo si no fuera por Lacias y su poderosa posición. Las luces se apagaron cuando las escaleras comenzaron a mostrar una espiral ascendente.

—Ten cuidado. Está oscuro.
—Gracias por preocuparte.
—No es nada en realidad.

Las cosas se habían calmado después de subir las escaleras, a diferencia de la bulliciosa planta baja, el pasillo tenía una tranquilidad. El gerente, que los había estado guiando, se detuvo e hizo una reverencia mientras les abría paso.

—Hemos llegado. Esta salida conduce a la sala de recepción. Nuestros registros de visitantes muestran que la persona que busca Su Excelencia está en la habitación 3.

Sabían que encontrar al espía no iba a ser un problema, porque los documentos que Lila le había proporcionado especificaban su apariencia en detalle.

«Es casi demasiado fácil.»

Lila sintió que las cosas iban demasiado bien para sentirse cómoda con su situación actual. Si bien Lila sintió algo de aprensión, decidió que realmente no había mucho que pudiera hacer y que era completamente posible que las cosas estuvieran yendo bien.

Lacias se volvió hacia el gerente. 

—Guiaré yo desde aquí.
—Sí, no se preocupe, nuestros empleados no hablarán de esto, y yo tampoco. —dijo el gerente mientras asentía con la cabeza en dirección a Lila.

Lila no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa. El gerente pensó que Lacias estaba tratando de mantener su relación en secreto. Conocía a Lacias demasiado bien por la novela para que él hiciera algo así. Lacias sonrió mientras miraba en dirección a Lila. Como si hubiera leído sus pensamientos, respondió alegremente.

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